viernes, 27 de noviembre de 2009

La droga universal

Es atemporal, pero tiene ritmo. Tampoco tiene fecha de caducidad, pero si puede caducarse. No está envasado al vacío porque le tiene que dar el aire. Hay que regarlo, pero sin agua. Si usas alcohol, lo quemarás, crecerá sobre raíces podridas. Es el resultado de la risa como mayor exponente de la felicidad más absoluta, siempre que ésta exista a ciencia cierta. La comodidad, la confianza y la complicidad sirven de abono. Cuando brota, lo notas. Esbozas una sonrisa absurda pero tan real que al darte cuenta cambias la cara rápidamente asustado de tí mismo. Si crece, también lo notas. Algo se te mete dentro. A veces lo controlas, a veces no. Da miedo pero te gusta. Lo necesitas, y cuando te das cuenta, te ha tocado de lleno. Si no va bien, no eres persona. Si no la tienes, no eres persona. Si te falta... si te falta estás perdido. Pero hay que saber, que está para disfrutarlo. Y por supuesto, hay que fomentarlo, promoverlo y repartirlo. Y aquí se cumple la regla, dar es recibir. Aunque en esto de lo que hablo no existen reglas porque cuando las pones te estás engañando. Así que disfruta y sé tú mismo. No cambies por nada, esa es tu mayor libertad, tu único privilegio. Tendrás que dejar pasar el tiempo. Te comerá la impotencia. Sudarás y temblarás, no podrás dormir. Pero no desesperes, cuando lo consigues eres tan poderoso que pintas el cielo de colores, los días blancos no existen y te guardas las nubes en los bolsillos para regalarle el Sol y la Luna.

(Basado en hechos medianamente reales)

l u i s c a

1 comentario:

  1. Disfrutando del privilegio ser se nosotros mismos.

    Tus palabras sí tienen ritmo.

    Basado en hechos reales y en impresiones crepusculares en días de lluvia.

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