domingo, 29 de noviembre de 2009

Magia

Acordes errados desde las entrañas. No se trata de tocar por tocar, se trata de sentir, de hacer de un juego algo sincero. Quizás fuese el día, el lugar y la compañía. Bueno, hoy estoy seguro, sin todo eso no hubiera funcionado. Fue como grabar una canción en la primera toma, salvando las abismales diferencias que yo tengo con el maestro Ray. Pero es verdad, todo salió hasta el final de un modo improvisado. Por la cara, todo por la cara. Dos notas mal tocadas, un ritmo desacompasado y unos sentimientos nada altruístas. Una imaginación desbordante, demasiado lasciva en algunos casos, en otros, tan romántica que acojona. Una maga junto a mí con una varita mágica de sueños y deseos, de palabras plasmadas en un papel. A mi alrededor amigos, sólo amigos...
Y cuando mezclamos todo esto, el resultado puede ser magnífico:

Quiero que me compres nubes de gominola, el sol queda muy lejos y prefiero que te quedes hasta tarde durmiendo conmigo. En serio, no te vayas, nos envolvemos en las sábanas y fingimos que es la Luna, en un momento construimos un universo sin dinero y sin relojes, con arena de playa fina. Y que digas que prefieres despertarte todas las mañanas cerquita de mi, conmigo, en una concreción tibia y mañanera. Y que me hagas sonreir. Aunque no sea la mona lisa, espero que mi risa te haga feliz.

Después llego el Cuervo. Lástima que no me arrancara los ojos...

l u i s c a

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