sábado, 22 de mayo de 2010

Albor

Tardes de primavera y desatino,
noches de calma y tempestad;
mañanas a deshoras escondidos,
promesas infinitas de no desesperar.

Luces que iluminan la ciudad,
idas y venidas en la esquina,
historias viejas por contar,
rostros vivos dispuestos a escuchar.

Ojos faros abiertos en la tempestad,
manos dispuestas a ayudar,
noche oscura y sendas de claridad:
vidas perdidas en el mar.

Locos que clavan la mirada,
miradas que transportan la verdad
de vidas apagadas,
dispuestas a volver a comenzar.

Arte guardado en los cajones,
ideas aún por inventar,
niños que descubren que están vivos,
ancianos que sonríen al expirar.

Finales que no terminan nunca,
inicios de latidos y su andar,
lunas que llaman a la puerta,
sueños que ayudan a viajar.


A. B.




sábado, 15 de mayo de 2010

Kapitán

¡Oh capitán, mi capitán!

De tierra, también de mar.


Hermano de hombres que vagan mundos,

Bocas hambrientas, entumecidos músculos.


Domador del pensamiento, tú,

Vomitas libertad en cada aliento.


Marinero en asfalto, hombre bueno,

Actitud de aprendiz, palabras de sabio.


Negro barbaje, espumoso brebaje.

Colegas, barbacoa y oleaje.


San Pedro nos abrió las puertas de la percepción,

Las Milnov fueron una dulce introducción al caos.

Quedan palabras, quedan viajes,

Queda una larga lista de homenajes.


¡Oh capitán, mi capitán!

Amigo… y mucho más.


l u i s c a

viernes, 14 de mayo de 2010

Yonqui

Necesito mi dosis y estoy durmiendo.
Si no me drogo, reviento.

Del mono recuerdo cada palabra, cada gesto.
A la mierda el resto.

Picores y dolor de espalda compartido,
La rubia perfecta: compañera y amigo.

Estoy enfermo. Yonqui soy desde luego,
Pero también camello.

Calada tras calada de tu boca y de tu pelo,
Ahora digo: contigo me quito el sombrero.

Chutes de abrazos verdaderos
Y la misma mierda y el mismo sendero.

La misma casa y el mismo suelo.
Ella está ahí, te juro que la huelo.

Esnifo sus pasos, me bebo sus huellas,
Me chuto, me drogo,
Su cuerpo, mi mapa de carreteras.

Me llena y corre por mis venas.
¡¿Qué es mejor que levantarme a su vera?!

Venga, otro chute. Sonrío porque estoy en mi nube, nuestra nube. La que llueve por nosotros, la que vive junto al sol.

l u i s c a


martes, 4 de mayo de 2010

No estamos solos.

No estamos solos,
no somos sordos,
ni mudos, ni cojos,
no estamos locos,
ni cuerdos, ni ciegos.

Y cuando lo seamos…
¡No nos lo creeremos!

¡Tenemos tantas ganas…!
Lucharemos por mañana,
para que sea mejor que hoy,
y hoy no descansaremos…
¡No! ¡Resistiremos!

Minuto a minuto,
sin miedo al adiós.
Paso a paso,
siempre en camino.

Una sonrisa bien vale una vida,
regala tu vida.
Eterna esperanza,
llama siempre viva.

¡No estamos solos!
Si no hay nada estás tú,
si no hay nada, estoy yo,
y no hay mayor todo
que tú y yo,
juntos: los dos.

Todos somos sordos,
mudos, cojos,
muy pequeños, muy débiles,
locos, cuerdos,
frágiles,
infinitamente ciegos.
Todos somos todos,
¡Y no nos olvidaremos!

A. B.