sábado, 26 de junio de 2010

Un cielo gris anuncia tormenta

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Decir que la rutina apesta a viejo no supone descubrimiento alguno. Que los viejos mueren apestados por tanta rutina resulta igualmente obvio. Ningún consejo nos librará de la muerte y lo más sensato es mirar para otro lado cuando se acerque el tren.

Lánzate al espacio humano y supera la barrera de la estupidez absoluta para creerte cuantas historietas seas capaz de tragar. Respira hondo y colócate sin medida con los efluvios pestilentes de la vida en sociedad. Quizás te sientas mareado. Se pasa enseguida. Somos una especie que se acostumbra a todo; a todo lo que huele mal. Así, verás pasar la vida sin sentido alguno, sin tiempo para respirar y con la perversa confusión de no saber si vienes o si vas. Pero ¿qué importa eso? Al fin y al cabo, nos criaron para morir y no para saber qué hacer con nuestra vida.

Pregunta al viento dónde nace y pregúntate a ti mismo a dónde van a morir los hombres, veréis que ambos venís del mismo sitio aunque jamás sabréis a dónde os dirigís.

Saborea el relámpago del destino, arrodillándote a los depravados designios de una deidad venida a menos, devaluada por el paso cruento de los años. Contémplala maravillado, y descubre al tiempo la Verdad: que no hay sonrisas en los niños, sino una mueca macabra que ignora el terrible final.

Escondido a la sombra de palabras proscritas, observo aterrado el mundo. Miro a través de la pequeña abertura de realidad que a veces olvida cerrar la vida. Sólo veo muerte y dolor, envidia y miedo. Veo a unos crecer y a otros, la mayoría, menguar. Todos igualmente perdidos.

Las calles huelen a azufre y un viejo esparce sus dientes por la acera. Más tarde muere, y un manto oscuro cubre su rostro. Se despide y nadie le devuelve su adiós.

Huiré donde no haya nadie para encontrar al fin compañía. Cuando llegue el momento, enterraré mis dientes bajo un árbol y dejaré que una brisa fresca cubra mi rostro mientras me despido, a solas, de un cielo gris que anuncia tormenta.

2 comentarios:

  1. Estás en otro nivel, eres distinto, eres sublime... eres la puta guinda de un pastel llamado 89.

    mi mayor enhorabuena por esta puta obra maestra.

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  2. No puedo estar más en desacuerdo, y lo sabes! Dónde reside el fundamente de todo lo que dices?
    ¿Quién quiere librarse de la muerte? ¿Quién permanece confuso y no sabe si viene o va?

    Eliges las palabras con acierto y haces que incluso la visión más nublada de la vida pueda parecer brillante, pero no por ello dejaré de protestar! XD

    Quizás algún día nos encontremos en una misma orilla del río!

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