jueves, 5 de noviembre de 2009

¿Dónde queda la vida?

A todas las almas suicidas,
a todas las vidas prohibidas,
a todos los llantos vertidos,
a los que mueren en las esquinas.

A los que nunca vieron luz
y siempre vieron túnel.
A tanta cruz,
a tanta pena.

Decidme, amigos de la alegría,
¿Dónde queda para ellos
la buena esperanza?
¿Dónde queda la sonrisa franca?

A los que padecen y sufren,
a los breves,
a las madres y a los padres,
y también a los hijos.

A los locos,
a los más cuerdos,
a los incomprendidos,
a tantísimos olvidados.

¿Acaso no es esta vida para ellos?
¿Tan mísera es su fortuna?
¿Tan perra su existencia?

A los que nunca cuentan para la historia,
a los que fueron vencidos,
a los eternos perdedores,
a los que ni siquiera vivieron.

Decidme, amigos de la alegría,
¿Dónde queda para ellos
la buena esperanza?
¿Dónde queda la sonrisa franca?



A. B.

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