domingo, 3 de enero de 2010

De lo que hay y espero habrá...

Hay lágrimas que no mojan la piel que bañan, y otras que ahogan los pesares más profundos. Las hay que inundan los yermos desiertos donde naufragan los niños que no encontraron su camino… Niños con el rostro perlado de sal, suplicando a la corriente que les arrastre lejos… a un lugar donde jamás puedan ser encontrados.

Hay un silbido que retumba en las almas afligidas, y una estrella que guía el corazón de los que quieren encontrarse… Hombres que silban al viento la dulce canción que inspiran mil y una estrellas titilando allá a lo lejos.

Hay preguntas sin respuesta, y otras que sirven de respuesta para cualquier pregunta… Igualmente sobre la tierra hay hombres hundidos que hace mucho dejaron de preguntar, y otros, no tantos, que aún hoy gritan al cielo: “¿Dónde voy sin rumbo, sin caminos, sin alma amiga que acompañe mi viaje... sin viaje mismo?”

Hay mapas que guían a los hombres por los mismos caminos que ya pisaron otros… pero hay mapas en blanco, que proponen partir de cero, saltar por encima de las latitudes estelares y elevarse a lo más alto de la locura humana.

Espero poder decir algún día: “Hay niños que vagaron por crueles llanuras desérticas y que un día, perdidos en la inmensidad azul que baña los bellos astros, comprendieron el vacío destino que les proponían las estrellas. Se hicieron hombres y cantaron su propia vida; una vida en compañía del mundo, alegre de saberse perdida y valiente de verse enfrentada a edificar su propio retrato del mundo”.


A. Díaz

1 comentario:

  1. realmente, y sin duda alguna, el mejor de lo escrito hasta ahora. me ha llegado muy a dentro.

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