miércoles, 17 de febrero de 2010

Sangre, tierra, salvación.

Hay callejones sin salida,
varapalos disfrazados
de labios extranjeros
y sangre brotando de una herida.

Algunas sonrisas
juegan a ser aviones
y se elevan por encima de las nubes
en busca del mismo Dios.

Las lágrimas abandonan
con pena la tierra
de sus ojos
y viajan al centro del mundo
persiguiendo un futuro mejor,
un auxilio
que nunca llegó.

Hay estrellas fugaces
que se tornan eternas
y eternidades
que merecerían ser fugaces.

Hay disparos que costean una vida
y vidas disparadas,
vestidas de minifalda,
que se venden en cada esquina.

Hay palabras enfermas terminales
y músicas doctoras
que acuden al rescate.

Hay almas náufragas
que no entiende de salvación,
y tras todas ellas,
también hay un corazón.


A. B.

1 comentario:

  1. Muy grande el poema Kapa! El final me ha gustado mucho ;) La verdad es que en este blog parece ser que el nivel literario sube con cada entrada!
    Os felicito, a ti y al señor Díaz...
    Un abrazo!
    Nico

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