miércoles, 22 de septiembre de 2010

En tu ausencia...

En tu ausencia ya no mira el silencio. Han muerto los jadeos; ahora nadie trae el agua a tu entrepierna. Vivo enterrado bajo un reloj de arena que me recuerda cuanto tiempo llevas sin abrazarme. Sólo sudo cuando duermo, pero hasta el sudor se siente frío y solo. Al despertar, ando por mis entrañas. Un paisaje de paciencia sustituye el antiguo decorado de cartón piedra. Ni siquiera está ese viejo vaquero que bebía aguardiente para no sentirse un hombre. Cada vez que me veía, me repetía una y otra vez: "Quien hace una bestia de uno mismo, se quita el dolor de ser hombre." - "Quien se convierte en una bestia, tambíen se quita el placer de ser hombre." le respondía yo. No sé, son esas las cosas que al final importan. Sufriremos solos y también en compañía. Viviremos atormentados en algún momento de nuestra vida. Pero si sufrimos es porque estamos vivos. Si estamos solos o en compañía, es porque estamos vivos. Tened paciencia y no dejéis que el tiempo os aplaste. Hay que salir de ese montón de arena porque en su interior el Sol y la Luna nunca se abrazarán. En su interior, el mar y el cielo están invertidos. No puedes nadar, tampoco puedes volar. Los problemas se hacen vitales y lo vital se hace banal. En su interior, no podremos estar juntos. Por eso estaré cavando hasta respirar aire fresco, hasta ver la luz del sol. Buscaré la libertad, la tuya y la mía. Quiero nadar. Quiero volar... todo junto a tí.

l u i s c a

No hay comentarios:

Publicar un comentario